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Guía para cuidar tus productos de tela

Consejos prácticos para mantener la belleza de nuestras telas artesanales

Cuando eliges una tela de Teixits Vicens, no estás adquiriendo solo un producto textil. Estás llevando a casa una pieza de historia, tradición y artesanía mallorquina. Cada hilo ha sido teñido, tejido y tratado con mimo en nuestro taller de Pollença, con la técnica ancestral del ikat mallorquín, conocida en la isla como tela de llengües.

Por eso, cuidarlas bien es también una forma de prolongar su vida, su belleza y el vínculo con Mallorca.

En esta guía te damos algunos consejos prácticos para conservar tus tejidos Vicens como el primer día. Queremos que lo disfrutéis, que no lo dejéis en un cajón por miedo al uso, pero que prestéis la atención que merece lo hecho a mano.

1. Lavar con cariño

Nuestras telas están hechas principalmente de algodón 70% y 30% lino, una fibra natural resistente pero sensible a ciertos tratamientos agresivos.

LAVADO A MÁQUINA

  • Usa programas delicados (máx. 30 ºC).
  • Escoge detergentes neutros.
  • Evita el uso de suavizantes industriales.
  • Lava colores similares juntos.

LAVADO A MANO
Ideal para piezas pequeñas como bolsos, servilletas o cojines. Usa agua tibia y remoja con suavidad. No retuerzas el tejido al escurrir: presiona con las manos y extiende sobre una toalla.

Se puede utilizar quitamanchas e incluso un poco de lejía disuelta.

2. Secar al aire, como en Mallorca

Siempre que sea posible, seca tus productos al aire libre, protegidos del sol directo para evitar la pérdida de color.

  • Si secas en interior, busca un lugar bien ventilado.
  • No cuelgues la tela doblada por un solo punto para que no se deforme.

Una tela mallorquina también agradece el sol, pero siempre con sombra suave.

3. Planchado: sí, pero con precauciones

Nuestras telas pueden plancharse perfectamente, aunque recomendamos:

  • Ajustar la temperatura a modo algodón o medio-bajo.
  • Evitar el vapor excesivo en zonas teñidas con colores intensos.

Para servilletas, caminos de mesa o fundas, un buen planchado realza los patrones y mantiene la elegancia natural de la tela.

4. Guardar bien, para conservar mejor

Cuando no estés usando tus piezas Vicens, guárdalas en un lugar seco y limpio, lejos de la humedad y la luz directa.

  • Dobla con cuidado. Si es una pieza grande como un mantel, cambia la forma del pliegue cada cierto tiempo para evitar marcas permanentes.
  • No uses bolsas de plástico cerradas: mejor fundas de tela transpirable.

Si tienes cojines o fundas, guárdalos sin los rellenos para evitar deformaciones.

5. Pequeñas manchas, soluciones sencillas

¿Una copa de vino o una gota de aceite? Sucede en las mejores mesas. Lo importante es actuar rápido:

  • Seca el exceso con papel absorbente (sin frotar).
  • Lava la mancha con agua tibia y jabón neutro.
  • Para manchas difíciles, consulta con una tintorería de confianza que sepa tratar tejidos naturales teñidos artesanalmente.

Recuerda que nuestras telas no están tratadas químicamente, así que evita productos agresivos.

6. Cuidados especiales según el tipo de producto

Fundas de cojín y tapicerías

  • Si son desenfundables, sigue las instrucciones de lavado anteriores.
  • Para uso intensivo, recomendamos aplicar un tratamiento antimanchas ecológico (consulta con nosotros).
  • Aspira o cepilla en seco con frecuencia para evitar acumulación de polvo.

Manteles y caminos de mesa

  • Sacude las migas y limpia manchas tras cada uso.
  • Lava regularmente en frío.
  • Si los usas al aire libre, protégelos del sol directo o la lluvia.

Bolsos y accesorios

  • Lava a mano con cuidado o limpia con un paño húmedo.
  • No sobrecargues para evitar que se deforme el tejido.
  • Guarda en bolsas de tela para preservar forma y color.

Artesanía que dura toda la vida (si la cuidas bien)

Las telas de Teixits Vicens están pensadas para acompañarte en tu día a día: en comidas familiares, veranos al sol, espacios compartidos. Y con un poco de atención, te acompañarán durante muchos años.

Al cuidar lo que ha sido hecho a mano, no solo proteges un objeto, sino una manera de entender el mundo: más lenta, más respetuosa, más auténtica.

Gracias por formar parte de esta historia, hilo a hilo.

Ruta slow por Pollença

Guía para conocer la localidad desde una mirada artesanal y tranquila

En un rincón del norte de Mallorca, donde las montañas acarician el mar y las calles empedradas guardan susurros de siglos pasados, se encuentra Pollença, una de las localidades con más alma de la isla. Pasearla sin prisa es un regalo. Vivirla despacio, una experiencia.

En Teixits Vicens, llevamos más de 160 años formando parte de esta historia. Por eso hoy queremos invitarte a descubrir Pollença desde una mirada lenta y sosegada, una que valora lo auténtico, lo hecho a mano, lo que se saborea a cada paso.

Prepárate para caminar sin mapa. Esta es una ruta para dejarse llevar por los sentidos.

Mañana: despertar entre mercado, café y telares

Empieza el día temprano, cuando la luz de la Serra de Tramuntana aún es suave y las persianas se abren con pereza.

1. Desayuno en una plaza con historia
Comienza en la Plaça Major, el corazón de Pollença. Aquí, bajo la mirada de la iglesia de los Santos Ángeles, se respira la vida del pueblo. Pide un café con leche, un ensaïmada o un panecillo de centeno con aceite de oliva mallorquín. Y mira cómo se despereza el pueblo y su gente.

Los domingos por la mañana, la plaza se transforma con su mercado semanal: productos locales, flores frescas, cestas de mimbre, quesos artesanos… El lugar perfecto para perderse sin intención de comprar y salir con las manos llenas.

2. Visita a Teixits Vicens
En Teixits Vicens, abrimos las puertas no solo para mostrar nuestros productos, sino también para compartir una tradición. Aquí seguimos tejiendo a mano las famosas telas de llengües, con la técnica ancestral del ikat mallorquín.

Puedes recorrer el espacio de producción, ver los telares en acción, tocar las fibras, descubrir el proceso paso a paso y conocer de cerca a los artesanos. No es solo una visita: es una ventana al alma textil de Mallorca.

Mediodía: arte, naturaleza y comida con calma

3. Claustre de Sant Domingo y su jardín escondido
A pocos metros del taller, se encuentra este antiguo convento convertido en espacio cultural. Su claustro renacentista invita al silencio y suele albergar exposiciones y conciertos, especialmente en verano.

Junto al claustro, un pequeño jardín de plantas autóctonas es un rincón ideal para respirar hondo. El tiempo parece detenerse aquí.

4. Merienda con sabor local
Pollença ofrece una gastronomía sencilla y deliciosa. Busca un pequeño restaurante familiar o una terraza tranquila donde probar platos típicos como el tumbet, el frit mallorquí o una buena ensalada con productos del huerto.

Acompáñalo con un vino de la isla o una copa de vi de la terra, y si puedes, pide el gató con helado de almedra. Es como comerse Mallorca en una cuchara.

Tarde: paseo, escalinatas y horizonte

5. Calvari: 365 escalones hacia la calma
Después de comer, sube con calma los 365 peldaños del Calvari, la famosa escalinata que lleva a una pequeña ermita con vistas espectaculares del pueblo y el valle. Cada escalón es una pausa, una foto, una inspiración.

En la cima, el silencio y el paisaje te recordarán por qué viniste. Y por qué volverás.

6. Tiendas con alma
Al bajar, recorre las tiendas de artesanía, galerías de arte y talleres de creadores locales. En Pollença hay ceramistas, pintores, diseñadores y joyeros que trabajan con pasión. Aquí cada objeto tiene historia, cada compra tiene rostro.

Noche: cena bajo las estrellas

7. Cena a la luz de los faroles
Cuando cae la noche, Pollença brilla con otra luz. Las terrazas se encienden, los callejones murmuran. Escoge un rincón tranquilo para cenar a la intemperie. Aquí, el lujo no está en lo sofisticado, sino en la sencillez bien hecha.

Una buena conversación, una copa de vino local y una mesa vestida con una tela que quizás ya reconoces: puede que sea una llengua de Teixits Vicens, decorando el mantel de una cena que recordarás.

Vivir Pollença sin prisas

Hacer una ruta sin prisa y con mucha pausa por Pollença no es solo ver lugares, sino conectar con ellos. Sentir el ritmo pausado del pueblo, hablar con sus gentes, mirar con otros ojos. Y entender que lo más valioso no se compra en velocidad, sino que se descubre al caminar.

En Teixits Vicens creemos en ese Mallorca tranquilo, auténtico y lleno de alma. Y estamos aquí, en cada hilo, para recordártelo.

¿Qué es el Ikat?

Historia y técnica de una tradición viva

En el suave zumbido de un telar antiguo, entre madejas de hilos teñidos con paciencia y pigmentos que parecen nacidos del paisaje mallorquín, se esconde una historia que no solo se cuenta, sino que se teje. El ikat es una técnica textil milenaria, un arte que ha viajado por continentes y siglos para instalarse, con acento propio, en el alma de Mallorca.

En Teixits Vicens, llevamos más de 100 años haciendo del ikat nuestra mayor herencia. Y hoy queremos invitarte a descubrir qué hace del ikat algo más que una tela: una tradición viva que sigue emocionando.

El origen de una palabra y de una cultura

“Ikat” proviene del término malayo-indonesio mengikat, que significa “atar, enlazar, sujetar”. Y esa es precisamente la base de esta técnica ancestral: atar los hilos antes de teñirlos para que el tinte no llegue a ciertas zonas. Así, una vez tejidos, los hilos revelan un dibujo lleno de matices, con contornos vibrantes que parecen moverse.

Aunque el ikat se ha desarrollado de forma independiente en varias regiones del mundo —India, Japón, Perú, Uzbekistán o Indonesia—, en cada lugar ha tomado una forma distinta, adaptada a sus materiales, colores y culturas. En Mallorca, el ikat encontró su voz en la tela de llengües, que debe su nombre a los característicos motivos alargados que recuerdan a llamas o lenguas.

Un proceso artesanal que desafía al tiempo

La técnica del ikat es, ante todo, una declaración de amor al tiempo y al detalle. En Teixits Vicens seguimos manteniendo el proceso tradicional, que consta de varias etapas:

  1. Diseño y planificación del patrón, que se realiza en papel milimetrado.
  2. Marcado y atado de los hilos de urdimbre, que se cubren con nudos de cuerda o goma para proteger ciertas zonas del tinte.
  3. Teñido por reserva, que se repite varias veces si se quieren distintos colores.
  4. Montaje en el telar, una vez que los hilos han sido lavados, secados y peinados.
  5. Tejido manual, donde el dibujo aparece como por arte de magia: no se pinta, no se imprime, emerge del propio hilo.

El resultado no es nunca perfecto. Y precisamente ahí reside su belleza. Las pequeñas variaciones, los “desenfoques” sutiles, el pulso humano hacen que cada metro de ikat sea irrepetible.

El alma de lo imperfecto: una belleza con carácter

En un mundo que nos empuja a la rapidez, la repetición y la homogeneidad, el ikat es un acto de resistencia. Cada pieza es una celebración de lo singular. Un recordatorio de que la belleza no está en lo exacto, sino en lo verdadero.

Las llengües mallorquinas tienen algo especial: parecen moverse, vibrar, respirar. Y esa sensación no es casual. Es fruto de una técnica que lleva consigo siglos de historia, manos expertas y un profundo respeto por los procesos lentos y auténticos.

Una tradición viva que mira al futuro

En Teixits Vicens no entendemos el pasado como algo inmóvil, sino como un hilo que nos conecta con lo que viene. Por eso, nuestro compromiso es doble: preservar la técnica tradicional del ikat, y al mismo tiempo explorar nuevos usos, formatos y colaboraciones creativas.

Vestimos hogares, terrazas, hoteles, embarcaciones… y también sueños. Convertimos metros de tela en cortinas, cojines, manteles, bolsos o proyectos de interiorismo que hablan de calidad, de identidad, de Mediterráneo.

El ikat no está atrapado en el pasado. Está más vivo que nunca.

Cuando eliges ikat, eliges historia

Escoger una tela de llengües no es simplemente una elección estética. Es una forma de vida. Es valorar lo hecho a mano, lo cercano, lo que tiene alma. Es llevar un pedacito de Mallorca allí donde estés.

Y, sobre todo, es formar parte de una historia tejida a fuego lento, con manos, corazón y raíces.

Gracias por seguir escribiéndola con nosotros.