En el corazón de Pollença, donde el sonido de los telares convive con el ritmo pausado de la vida mediterránea, Taltavull, fotógrafo y consultor creativo con más de 25 años de experiencia, ha capturado la esencia más pura de Teixits Vicens. Su reciente sesión fotográfica en nuestro taller no solo documenta un oficio, sino que rinde homenaje a una tradición que lleva siglos tejiendo historia, color y cultura en cada hilo.

Una mirada contemporánea a un arte ancestral
La propuesta de Taltavull fue clara desde el inicio: mirar la artesanía con ojos contemporáneos, sin perder de vista la autenticidad que define a Teixits Vicens desde 1854. Con su cámara, el fotógrafo ha sabido interpretar la atmósfera del taller —la luz natural filtrándose entre los telares, las manos de los artesanos guiando con precisión el algodón, el vaivén hipnótico del hilo que da forma a los tejidos ikat o “llengües” mallorquines— y transformarla en una narrativa visual cargada de emoción y respeto.
Las imágenes muestran el equilibrio entre tradición y modernidad, entre la técnica heredada de generaciones y la sensibilidad artística del presente. Taltavull consigue que cada fotografía respire vida, textura y verdad: no son solo retratos de un proceso, sino fragmentos de una historia viva que sigue evolucionando con el tiempo.

El taller: un escenario con alma
Para quienes conocen Teixits Vicens, el taller es mucho más que un espacio de trabajo. Es un lugar donde cada telar cuenta una historia y cada tejido refleja la identidad de Mallorca. Durante la sesión, Taltavull se integró en el día a día del equipo, observando cada gesto y cada detalle con discreción y admiración.
Su enfoque, más cercano al reportaje que a la puesta en escena, permitió capturar la verdad de la artesanía: el esfuerzo, la concentración, la complicidad entre los artesanos y el respeto absoluto por la materia prima. Las fotografías muestran la belleza de lo cotidiano: la hebra del hilo, la luz dorada de la tarde sobre los patrones tradicionales, el contraste entre las manos curtidas y los colores vivos del tejido recién terminado.


Tradición que inspira
La sesión con Taltavull ha supuesto también una oportunidad para reflexionar sobre el valor de la artesanía en el mundo contemporáneo. En una era de producción masiva y ritmos acelerados, la mirada del fotógrafo nos recuerda la importancia de lo hecho a mano, del tiempo dedicado, del trabajo bien hecho. Cada imagen es una declaración de principios: mantener viva una tradición no significa mirar al pasado, sino seguir creando con autenticidad y propósito.

Un encuentro entre artes
El trabajo de Taltavull y Teixits Vicens es, en definitiva, un diálogo entre artes: la fotografía y el tejido se encuentran para contar una misma historia desde lenguajes distintos. Ambos parten del mismo principio —la observación minuciosa, el respeto por los materiales, la búsqueda de la belleza en lo imperfecto— y confluyen en una misma idea: el arte es tiempo, dedicación y emoción.
Las imágenes de esta sesión quedarán como testimonio de un momento especial, en el que la tradición se dejó retratar con la delicadeza que merece. Porque en cada hilo, en cada reflejo de luz, en cada textura capturada, late el espíritu de Teixits Vicens: una casa donde el pasado y el presente se entretejen con maestría para dar forma al futuro.
